...la Biblia de Jerusalén
I Timoteo 3, 1-6
1 Es cierta esta afirmación: Si alguno aspira al cargo de epíscopo,
desea una noble función.
2 Es, pues, necesario que el epíscopo sea irreprensible, casado una
sola vez, sobrio, sensato, educado, hospitalario, apto para enseñar,
3 ni bebedor ni violento, sino moderado, enemigo de pendencias,
desprendido del dinero,
4 que gobierne bien su propia casa y mantenga sumisos a sus hijos con
toda dignidad;
5 pues si alguno no es capaz de gobernar su propia casa, ¿cómo podrá
cuidar de la Iglesia de Dios?
6 Que no sea neófito, no sea que, llevado por la soberbia, caiga en la
misma condenación del Diablo.